Luego de 3 meses de cuarentena nuestras emociones y la de nuestros colaboradores flaquean y, consecuentemente, tambien nuestra energía y la de nuestros equipos. En este contexto se hace necesario trabajar las emociones propias y de nuestros equipos para mantener los máximos niveles de energía.
So many of us are yearning for this sense of safety. Yet it feels as
elusive as ever. As much as we would like, emotional processing doesn’t
have a timetable for ourselves or others. Many of us are tempted to deny
our own emotions.
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