sábado, 27 de febrero de 2016

Impacto de los Millennials en la Empresa



Mucho se opina sobre el comportamiento de los Millennials en el mundo del trabajo. Generalmente se dice que éstos no terminan de “encajar” en la vida corporativa y se reprocha su falta de compromiso. Estas opiniones responden a una perspectiva generacional que asume que el mundo es tal cual la propia generación lo ve.  Esta perspectiva, normalmente omite el impacto positivo que la nueva generación de empleados está aportando o puede aportar al mundo del trabajo.



Si asumimos que participamos de una economía en constante mutación y que la supervivencia de las organizaciones se vincula con su capacidad de adaptación al contexto cambiante, sería bueno preguntarnos que podemos aprender de los Millennials.  



Al respecto, una característica de los Millennials es su aceptación del cambio. Ellos se han incorporado al mercado de trabajo en momentos que, tanto en Argentina como en gran parte de occidente se hacía frente al estancamiento y diversas  dificultades económicas. Esto los ha hecho receptivos a los cambios, al punto que no solo lo esperan de modo reactivo, sino que hasta lo promueve. Esto, porque han desarrollado capacidades para anticipar los problemas, trabajar en entornos caóticos y encontrar soluciones a la adversidad.



Así como el cambio es una fortaleza de los Millennials a  nivel personal, su contracara es la inestabilidad de los mismos en las empresas  De este modo, se han convertido en buscadores seriales de empleo.



Para las empresas el comportamiento de los Millennials supone gran perjuicio en términos de costos de reclutamiento y formación de sus cuadros. A lo que debe sumarse el impacto negativo de la deserción en términos de la transferencia de conocimientos, así como en la sobre carga de trabajo y el estress para quienes  quedan en la organización, lo que conduce a la desmotivación del resto del equipo.  



La queja de los líderes es amarga y se focaliza en la falta de compromiso de los Millennials.  Pero en realidad, son ellos parte central del problema.



Las formas del liderazgo tradicional no se adapta a las necesidades actuales y fracasan a la hora de gestionar el talento de los Millennials. No entienden que éstos aspiran a trabajos donde tengan libertad de tomar decisiones con alto impacto.



Para los líderes, este conflicto plantea el desafío de crear un ambiente de trabajo que ofrezca una mayor libertad y confianza en el trabajo, lo cual supone la antítesis de la cultura organizacional en las que ellos se desarrollaron. Las generaciones anteriores (baby boomers, X e Y), se incorporaban a empresas jerárquicas y no se cuestionaban los ambientes de control como los Millennials lo hacen.  En parte, esto responde a que su ingreso al mundo del trabajo correspondió a una etapa en que las empresas cuestionan los viejos modelos y exploran mayores niveles de autonomía y sus implicancias sobre el compromiso y la productividad.



Los Millennials perciben las relaciones humanas de un modo más plano y menos jerárquico, lo cual no condice con las estructuras organizacionales tradicionales.

Hoy en día, más y más empresas comprenden las ventajas de la descentralización de las autoridades porque reconocen que  el conocimiento no es poder.



Por el contrario, en tanto el conocimiento es de libre disponibilidad, es el el intercambio de información la verdadera fuente de poder, ya que permite a otros a actuar. En tal sentido, los Millennials buscan “conexión”.



Así como la vieja guardia de lideres se concentra en la ejecución, basta ver la propuesta clásica de las escuelas de negocios para su formación, los Millennials perciben que es la interrelación es lo que genera resultados extraordinarios.  



Cuando se remueven las distancias, las jerarquías, la incomunicación que causa desconfianza y recelo, se favorece el intercambio de información basado en la confianza. La conexión interpersonal es el corazón de la ejecución. La ejecución es un resultado.  Los equipos exitosos se destacan porque hay confianza en las competencias de cada uno, las intenciones y comparten una definición común de lo que es el éxito.



En este sentido, los líderes tienen el desafío de crear una “cultura de conexión”., que atraiga y retenga a los Millennials.  No es ningún secreto que los individuos y las organizaciones son más eficaces cuando sus valores, necesidades e intereses están alineados. En este sentido, el desafío consiste en generar culturas organizacionales y, consecuentemente, ambientes de trabajos más acordes con las necesidades de los Millennials.



Percibir que el problema de los Millennials responde a falta de madurez que el tiempo corregirá impide ver que se trata de un cambio cultural inexorable al cual debemos adaptarnos, aportando nuestro mejor esfuerzo como propuesta para su mejor incorporación al mundo del trabajo. Un mundo que será de ellos mas que de las generaciones precedentes.

jueves, 11 de febrero de 2016

Testimonio de Liderazgo Femenino

Comparto este artículo sobre una experiencia concreta de liderazgo femenino, la cual puede ayudar a pensar en la riqueza de la complementaridad de los géneros en la gestión de las organizaciones.


First Round found that their investments with female founders performed 63 percent better than the companies with male founders. M.I.T. studies showed that, among other factors, “teams with more women outperformed teams with more men.” Women still have a tough time making inroads to the business world despite (or because of?) proven successes, but we make our opportunities count.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Creando una Cultura de Coaching en las Organizaciones

Comparto este artículo sobre acciones que desarrollan grandes compañías para instaurar una cultura de coaching, que muchas veces lleva a reemplazar otras prácticas tradicionales de la gestion de las personas. Vale la pena su lectura y reflexión.

(iStock)Creating a coaching culture in organizations

Companies like Accenture have received plenty of press lately about their decision to do away with annual performance reviews. Rather, managers will be giving regular feedback after events like the completion of an assignment. Benefits like decreased administrative burden and an increased focus on continual development throughout the year have been outlined by authors before us.