lunes, 26 de octubre de 2015

El Desarrollo Personal Como Camino al Éxito


Todos queremos alcanzar el éxito en la vida, pero no todos tenemos el mismo modo de abordar este objetivo. El éxito en la vida, tanto en el plano del trabajo como fuera de él, dependerá en gran medida por como cada uno define su concepto de “éxito”.

Bien definido el concepto de éxito un puede trazarse objetivos y el logro de los mismos pasa por aumentar el potencial de cada uno día tras día. Es lo que se llamamos “desarrollo personal”.

El desarrollo personal consiste en trabajar sobre uno mismo, desarrollando fortalezas y neutralizando debilidades. Se trata de encarar un proceso permanente de superación personal, que supone reemplazar hábitos que no se alinean con los objetivos por otros más saludables y virtuosos. 

Los nuevos hábitos pueden estar asociados a trabajar más, pero también a trabajar mejor, a gestionar mejor pensamientos negativos, a rodearse de gente estimulante, etc.  

Lo que parece fácil, en realidad no lo es tanto. Cambiar de hábitos y comportamientos es una tarea difícil, tal como lo explican las neurociencias. Existen múltiples trampas psicológicas que nos propondrán abandonar la tarea del desarrollo personal, renunciando al rol de protagonista de nuestra vida proponiéndonos culpar a otros de los problemas que enfrentamos y pretendiendo adormecer nuestra consciencia a la hora de desistir en nuestros intentos de cambio.

Muchos sucumben en cumplir con sus buenas intensiones. No es el caso de los verdaderos líderes, quienes asumen la total responsabilidad para cambiar su vida y circunstancias, focalizándose en aquello que son capaces de cambiar y esforzándose al máximo para lograrlo.

Un buen camino para avanzar en su desarrollo personal pasa por identificar con claridad que es lo que quiere lograr y como hacerlo. Contar con metas claras fortalecerán su convicción por avanzar en el desarrollo personal y permitirá encontrar y desarrollar el potencial de habilidades personales, muchas de ellas inexploradas hasta el presente.

Por supuesto, avanzar en este proceso de desarrollo requerirá esfuerzo, disciplina personal y perseverancia. El éxito nunca se logra con facilidad, siempre requiere esfuerzo. Para lograrlo es necesaria una cuota de optimismo (saber que uno tiene el potencial y la capacidad de desarrollarlo), mantenerse enfocado en los objetivos y las acciones para conseguirlos. De ese modo llegaran las recompensas, las cuales se manifestaran en mayor satisfacción personal, salud física y espiritual, y seguramente en mayores logros en su trabajo.

viernes, 23 de octubre de 2015

Preguntas Antes de Renunciar al Empleo



Quienes ejercen la función de coach muchas veces encontran ejecutivos quienes nos presentan la decisión de renunciar al empleo. En ocasiones, esta decisión es fruto de un proceso racional en donde el ejecutivo se plantea diversas opciones asociadas a su desarrollo personal y futuro profesional y luego de un cálculo frio deciden que en otro empleo encontrarán mejores oportunidades.
Pero en otras oportunidades está decisión está acompañada de una alta carga emotiva negativa (frustración, rencor, desaliento) asociada a hechos recientes. En estos casos, es bueno que el ejecutivo se plantee unas preguntas antes de tomar una decisión transcendente para su futuro. 

¿Es tu jefe?.  La primera consideración pasa por preguntarse sobre el origen de las emociones que llevan a la decisión de renunciar.  En ocasiones otras dimensiones de su vida pueden estar afectando su felicidad en el trabajo. En tal caso, cambiar de empleo no resolverá el problema.
Descartada esa hipótesis, vale la pena considerar la relación con su jefe..  Por ello vale la pena preguntarse si hay opción de conversar francamente con el jefe para zanjar diferencias y reestablecer una relación e confianza y respeto recíproca.
Como normalmente la gente renuncia al jefe y no a la compañía, cabe preguntarse si no hay otras áreas de compañía (otros jefes) como para continuar la carrera en la propia compañía. En ese caso la solución es cambiar de área y no renunciar.

¿Hay futuro aquí?. Vale la pena preguntarse si tu jefe directo o RRHH saben cuáles son tus aspiraciones, si te han indicado la posible realizar tales aspiraciones dentro de la empresa, si tienes un plan de carrera claramente definido, si la organización invierte en tu desarrollo profesional. Y también, si es posible que uno tome en sus manos su propio desarrollo profesional aprovechando las oportunidades de aprendizaje y desarrollo que  ofrece la empresa. Si las respuestas a estos interrogantes fueran afirmativas, tal vez  en lugar de pensar en renunciar habría que considerar la alternativa de  encarar el propio desarrollo profesional.

¿Cuál es el plan?. Asumiendo que el problema va más allá del jefe directo y que no hay futuro dentro de la empresa, eso no indica que deba uno precipitarse en renunciar. Antes de hacerlo debe haber un plan, el cual puede contemplar la generación de ofertas laborales alternativas, o de  una base de ahorros que te permita transitar el período de búsqueda de nuevas oportunidades.

¿Cuáles son tus valores? Más allá del plan, vale la pena contemplar una salida de la organización acorde con quienes somos y con nuestros valores. No se trata, de una actitud oportunista (no romper puentes pensando en que el futuro necesitaremos de quienes hoy dejamos), sino de actuar con integridad y fidelidad a nuestros valores.  Por ello, vale preguntarse, cuales son nuestros valores, como queremos que nos reconozcan y que reconozcan estos valores a partir de nuestras acciones.

jueves, 22 de octubre de 2015

Los Ejecutivos que Resisten el Coaching



Es común que ciertos ejecutivos se muestres renuentes a participar en procesos de coaching. 
Hay varias razones que pueden generar ese comportamiento. Entre ellas:


No querer cambiar. Mucha gente sabe o intuye que el proceso coaching exigirá cambios en sus hábitos y conductas que no están dispuestos a encarar. Si el coaching implica llevarte al máximo de tu potencial, esto significa sacarte de tu zona de confort y llevarte a experimentar desafíos que no todos están dispuestos a enfrentar. En algunos casos este comportamiento responderá a la búsqueda de comodidad-mediocridad por sobre la búsqueda de la excelencia. En otros podrá responder al comportamiento narcisista de quien asume que hace todo bien y no tiene nada que aprender junto al coach (no se trata de aprender del coach).


Miedo a mostrarse vulnerable. Mucha gente asume que contar con un coach los muestra como quienes tienen un desempeño inadecuado, que no consiguen alcanzar por si mismos los objetivos pretendidos. Les cuesta interpretar que en realidad el coaching supone que el coachee tiene un enorme potencial y que con un proceso conversacional puede adquirir un mayor nivel de consciencia relativo a como alcanzar de modo más efectivo tales objetivos.


Temor a nuevas responsabilidades. También ocurre con frecuencia que algunos ejecutivos entienden que pasar por un proceso de coaching los llevará a asumir nuevos desafíos y consecuentemente responsabilidades. Por distintas, razones estos ejecutivos no quieren asumir nuevos desafíos y prefieren ignorar las oportunidades de mejora de sus hábitos y comportamientos, como el impacto de éstos cambios sobre los resultados de la organización.


Los mejores ejecutivos son aquellos que buscan incesantemente oportunidades de mejora para la organización, asumiendo que estas pasan en parte por sí mismos, asumen con humildad la tarea de buscar oportunidades de perfeccionamiento personal y no temen asumir mayores responsabilidades.  En estos casos, el proceso de coaching enriquece a los individuos, los equipos de trabajo y consecuentemente a las organizaciones.

martes, 20 de octubre de 2015

Coaching al Lider Narcisista

Flipboard

Uno de los grandes desafíos del coaching lo presentan los líderes narcisistas.  Por tales, nos referimos a aquellos líderes que están principalmente interesados ​​en sí mismos, a expensas de todos los demás. Se trata de personas arrogantes, dominantes  y egoístas, que carecen de empatía o compasión por los demás; y sienten compulsión por conquistar el poder y la admiración.


Los líderes narcisistas son generalmente exitosos en términos de las posiciones alcanzadas. Frecuentemente se los ve en los niveles superiores de las organizaciones. Diferentes estudios psicológicos sugieren que  los narcisistas tienen más probabilidades de convertirse en líderes que otros perfiles psicológicos. Pero también indican que una vez en el poder, no ejercen el liderazgo mejor que el resto. No es sorprendente que los narcisistas se convierten en líderes, puesto que les gusta el poder y que suelen ser encantadores y extrovertidos. El problema es que no necesariamente son los mejores líderes.


Parte del problema, es que los líderes narcisistas terminan armando estructuras con personalidades codependientes, quienes alimentan y dan sustentabilidad a su narcisismo (Alan Downs, autor Beyong the Looking Glass: Overcoming the Seductive Culture of Corporate Narcissism, 1997).


Los narcisistas dicen profesar lealtad a la empresa, pero sólo están comprometidos con sus propias agendas. Por ello, las decisiones corporativas pasan a basarse en los propios intereses del líder en lugar de los intereses de la organización en su conjunto.

Planteado el problema, la pregunta es ¿Cómo hacer coaching al líder narcisista?. Si genuinamente queremos ayudar al líder narcisista debemos tomar algunos recaudos, saber reconocer sus características y orientarse para ayudarlo a superar sus características más negativas.. 
El principal recaudo, apunta a no abortar el proceso de coaching. Para ello, es fundamental no cuestionarlo frontalmente. La primera regla consiste en evitar cualquier cosa que pueda alterar su delicado sentido del yo. Según los especialistas, su pretendida grandiosidad es un mecanismo de la infancia con el que intenta compensar un sentimiento de impotencia para complacer a sus mayores. Los narcisistas pueden parecer muy confiados, pero ocultan una vulnerabilidad profunda.

Las características más negativas del líder narcisista son:

·        Sentirse Privilegiados: los líderes narcisista frecuentemente piensan que son  especiales, que merecen mayor atención que otros y que las reglas para medir y juzgar a otros no son para ellos

·        Arrogancia: Están convencidos que son mejores en todo a los demás. Esto los hace particularmente crítico de los demás y los lleva a juzgarlos.

·        Competitividad extrema: Esto incluye la necesidad de "ganar" en cada situación a veces a toda costa, que a menudo puede significar que se ven a sí mismos en competencia con los demás en todo momento

·        Necesidad de ser el centro de atención: Creen que las acciones y la vida de los demás debe girar en torno a la propia

·        Evitar la responsabilidad personal: Cuando las cosas no salen bien, suelen exhibir un sentido de vergüenza que estaba reprimido, y culpa a los demás como una forma de ocultarlo

·        Reacciones extremas a la crítica: No aceptan la crítica y cuando llega aplican represalias hacia los críticos y estallidos de ira para intimidar a los demás

·        Desvalorizan a los otros: Gracias a falta de límites y de la incapacidad de quienes se hace rodear, los narcisistas suelen ver a otras personas y las organizaciones  como meras extensiones de sí mismos, y por lo tanto pueden ser insensibles, o carecer de empatía o compasión hacia los demás

·        Un desequilibrio entre la vida laboral: los líderes narcisistas suelen ser adictos al trabajo y su vida personal sufre

·        Un bajo sentido de autoestima: Esto es lo más a menudo cubierto por las otras características mencionadas anteriormente.

Es importante que el coach del líder narcisista lo ayude a descubrir sus verdaderas  motivaciones para el éxito, así como las distorsiones cognitivas de sus pensamientos. El coach debe ayudarlo a descubrir sus verdaderos dones y talentos, contribuir a que pueda expresar sus sentimientos y las emociones de una manera saludable, desarrollar conductas saludables que fundamenten su bienestar, practicar la auto-compasión, y participar en actividades que traen la paz interior, estabilidad y la satisfacción.

Hacer coaching a un líder narcisista, puede ser un verdadero reto que ponga a prueba nuestras habilidades de coaching, pero también una experiencia que puede ser gratificante para ambos.


viernes, 16 de octubre de 2015

La Maestría Personal del Emprendedor



El emprendedor es alguien esencialmente orientado a realizar sus sueños. Su felicidad depende de alcanzar los objetivos de negocio que se propuso y estos impactan la totalidad de su vida.

El deseo de éxito que mueve al emprendedor no solo es “natural”, sino que está en su propia biología.  El emprendedor esta psicológicamente programado para auto-dirigirse y biológicamente diseñado para su desarrollo personal y la evolución de su ser. Él es feliz eligiendo conscientemente las acciones que llevaran a su desarrollo personal y profesional.

A diferencia de muchos pretendidos líderes de negocios, el emprendedor no necesita de aprobación de jefes o pares,  ni se limita a las restricciones que le imponen. Por ello, se plantea metas usualmente más ambiciosas que aquellos anclados en la vida corporativa.

Cuantos más exigentes sean sus desafíos, más poderoso será el emprendedor. Su poder pasa por fijarse esos objetivos, conducirse a sí mismo a través de acciones y sacrificios que lo llevaran a superar las limitaciones y restricciones que se le presentarán en el camino. Ese poder lo inspira y lo energiza durante la travesía que lo llevará a alcanzar sus objetivos.

Los desafíos de negocios son vistos como oportunidades para superarse y perfeccionarse en la búsqueda del éxito. Las dificultades le posibilitaran un mayor conocimiento de sí mismo y le aportará resiliencia necesaria para soportar la adversidad.

Comprometido con un objetivo mayor que simplemente dejarse llevar por la vida corporativa, el emprendedor debe desarrollar un claro y férreo sentido de dirección. Esto le permitirá atravesar las naturales dificultades que los negocios le presentarán, encontrando en la adversidad una oportunidad de aprendizaje.

Todos en la vida buscamos un propósito. El emprendedor siente que está llamado a hacer algo nuevo que dé respuesta a necesidad no satisfechas. Este propósito le aporta una pasión y energía que debe ser conducida en una clara dirección.

El emprendedor está centrado en los otros, particularmente en las necesidades de los otros. Se orienta tanto a sus potenciales clientes, como sus colaboradores. Sabe que debe conocerlos, escucharlos y entenderlos. Cada relacionamiento es precioso.

Su liderazgo lo construye a partir del relacionamiento con sus colaboradores. Sabe que su emprendimiento se desarrollará tanto como él logre desarrollar a su equipo. También sabe cómo debe comportarse con ellos y que debe transmitir.  Aprendió que la negatividad y el miedo son contagiosos., por ello no da lugar a las quejas o los lamentos.  

Su éxito como emprendedor está determinado fundamentalmente por como domina la duda y el miedo. Ambos restan energía y conspiran contra el sueño a alcanzar. La convicción y la valentía para alcanzar sus sueños muestran la talla del emprendedor y de su capacidad de éxito. El coraje es una decisión. Por ello se prepara para enfrentar la adversidad, templando su carácter y cuidando las destrezas que deberá exhibir en el combate.

De este modo, el éxito del emprendedor se asocia al desarrollo de su maestría personal para perfeccionarse y cuidarse tanto técnica como espiritualmente. En la batalla del día a día, el coach ejecutivo es el “escudero” del emprendedor.