jueves, 15 de octubre de 2015

El ABC del Coaching Ejecutivo




¿Puede un ejecutivo o un emprendedor ser ayudado para desempeñar mejor su labor profesional, mejorar sus relacionamiento con los otros y finalmente alcanzar mayores niveles de satisfacción personal?  A muchos emprendedores no les gusta la idea de hablar sobre su actividad y menos sobre sus problemas (mucho menos sobre sus limitaciones personales-profesionales). Simplemente, los enfrentan, resuelven y siguen adelante.
Otros emprendedores, a la hora de considerar ayuda para lograr sus objetivos, plantean sus dudas sobre la capacidad del coaching ejecutivo para mejorar su desempeño.  El coaching ejecutivo es una actividad poco conocida y difícil de entender en abstracto. Los coaches ejecutivos no son psicoterapeutas que hurgan en el pasado para resolver los problemas del presente, tampoco consultores a los que se les encomienda resolver problemas concretos de la empresa. Son personas, sin credenciales académicas habilitantes para el ejercicio de la profesión de coaching, pero que frecuentemente cuentan con una rica experiencia profesional y académica que les permite ganar la confianza del cliente o “coachee” y aplican ciertas técnicas que contribuyen a que éste encuentre respuesta a sus inquietudes, insatisfacciones, desafíos o problemas.
En los últimos años, el coaching se ha convertido en una disciplina independiente, que ha dado lugar a la constitución de muchas asociaciones profesionales, tales como Association for Coaching, la International Coach Federation, y  European Coaching and Mentoring Council.

Estas entidades han contribuido a desarrollar un conjunto de normas de formación para los que practican el coaching ejecutivo profesionalmente. El objetivo de las mismas es el apoyo a un individuo en su camino para llegar a donde quieren ser , así como el apoyo a los grupos de trabajo para lograr mejor interrelación en su interior de modo alineado a las estrategias y procesos organizacionales.
A veces los clientes se sienten inquietos respecto a las implicancias del coaching. No saben si este le reclamara grandes cambios en sus vidas, los que en muchos casos no están dispuestos a realizar. El coaching ejecutivo supone alcanzar mayores niveles de conciencia sobre comportamientos, emociones y formas de relacionamientos que obstaculizan el logro de los objetivos tanto personales como profesionales. Frecuentemente, el coaching ejecutivo lleva a pequeños cambios de comportamientos con alto impacto en materia de resultados.

El coaching a empresarios exitosos requiere algo más que una correcta metodología. Un buen coach ejecutivo necesita conocimiento y empatía con el coachee. Estos factores, le permitirán comprender sus desafíos, ponerse en su lugar, permitir que el coachee se ve reflejado en él y desde allí desafiar su pensamiento hablándole con integridad y honestidad. Es esencial que la relación de coaching se construya sobre la confianza entre las partes, para poder  alcanzar los resultados pretendidos. Como cualquier relación, la generación de confianza debe ser ganada en el tiempo. Cuanto más rápido se alcance un nivel de confianza, más fácil será tratar los problemas reales y cruciales que se debatirán y, por tanto, mayor valor extraerá el coachee.
¿Cómo sabrá el cliente si se está beneficiando con el proceso de coaching? A igual, que un atleta podrá verificar cual es el impacto de su coach en el logro de mejores marcas,  rendimiento y resultados tangibles.
En síntesis, el coaching ejecutivo puede ser una herramienta eficaz para mejorar el desempeño ejecutivo, lograr resultados que eran esquivos y alcanzar mayores niveles de satisfacción en la vida personal. El éxito del proceso de coaching dependerá esencialmente la calidad del coach elegido y de la relación entablada con él.

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