viernes, 23 de octubre de 2015

Preguntas Antes de Renunciar al Empleo



Quienes ejercen la función de coach muchas veces encontran ejecutivos quienes nos presentan la decisión de renunciar al empleo. En ocasiones, esta decisión es fruto de un proceso racional en donde el ejecutivo se plantea diversas opciones asociadas a su desarrollo personal y futuro profesional y luego de un cálculo frio deciden que en otro empleo encontrarán mejores oportunidades.
Pero en otras oportunidades está decisión está acompañada de una alta carga emotiva negativa (frustración, rencor, desaliento) asociada a hechos recientes. En estos casos, es bueno que el ejecutivo se plantee unas preguntas antes de tomar una decisión transcendente para su futuro. 

¿Es tu jefe?.  La primera consideración pasa por preguntarse sobre el origen de las emociones que llevan a la decisión de renunciar.  En ocasiones otras dimensiones de su vida pueden estar afectando su felicidad en el trabajo. En tal caso, cambiar de empleo no resolverá el problema.
Descartada esa hipótesis, vale la pena considerar la relación con su jefe..  Por ello vale la pena preguntarse si hay opción de conversar francamente con el jefe para zanjar diferencias y reestablecer una relación e confianza y respeto recíproca.
Como normalmente la gente renuncia al jefe y no a la compañía, cabe preguntarse si no hay otras áreas de compañía (otros jefes) como para continuar la carrera en la propia compañía. En ese caso la solución es cambiar de área y no renunciar.

¿Hay futuro aquí?. Vale la pena preguntarse si tu jefe directo o RRHH saben cuáles son tus aspiraciones, si te han indicado la posible realizar tales aspiraciones dentro de la empresa, si tienes un plan de carrera claramente definido, si la organización invierte en tu desarrollo profesional. Y también, si es posible que uno tome en sus manos su propio desarrollo profesional aprovechando las oportunidades de aprendizaje y desarrollo que  ofrece la empresa. Si las respuestas a estos interrogantes fueran afirmativas, tal vez  en lugar de pensar en renunciar habría que considerar la alternativa de  encarar el propio desarrollo profesional.

¿Cuál es el plan?. Asumiendo que el problema va más allá del jefe directo y que no hay futuro dentro de la empresa, eso no indica que deba uno precipitarse en renunciar. Antes de hacerlo debe haber un plan, el cual puede contemplar la generación de ofertas laborales alternativas, o de  una base de ahorros que te permita transitar el período de búsqueda de nuevas oportunidades.

¿Cuáles son tus valores? Más allá del plan, vale la pena contemplar una salida de la organización acorde con quienes somos y con nuestros valores. No se trata, de una actitud oportunista (no romper puentes pensando en que el futuro necesitaremos de quienes hoy dejamos), sino de actuar con integridad y fidelidad a nuestros valores.  Por ello, vale preguntarse, cuales son nuestros valores, como queremos que nos reconozcan y que reconozcan estos valores a partir de nuestras acciones.

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