miércoles, 18 de noviembre de 2015

Liderazgo y Coaching para la Competitividad

Como líder uno de tus mayores desafíos es lograr un rendimiento creciente y sostenible en los miembros de tu equipo. Para lograrlo intentarás fomentar en tu equipo las capacidades necesarias para tomar buenas decisiones, llevar a cabo acciones efectivas, establecer relaciones virtuosas con los stakeholders, así como asumir riesgos y actuar como agentes de cambio.


No obstante, también sabemos que para lograrlo tendrás que utilizar tu capacidad de liderazgo en términos de dirigir a los miembros de tu equipo y que los resultados nunca estarán asegurados. En efecto, los miembros de todo equipo tienen voluntad propia para aceptar plenamente, o no, las instrucciones o directivas de su líder.  El ejercicio del liderazgo tiende desgastar las relaciones personales entre el líder y su equipo.


Ante esta realidad, el coaching una alternativa válida para lograr cambios importantes y positivos en los individuos y los grupos de trabajo, que se orienten al logro de un alto desempeño.


En la última década, las organizaciones vienen adoptando a nivel mundial el coaching como una herramienta de apoyo al  liderazgo y la gestión en muchas empresas. Básicamente, reconocen en el coaching un enfoque útil para liderar y lograr que los individuos alcancen su potencial y mejor alineamiento con los objetivos organizacionales.


¿Cómo logra el coaching alcanzar estos objetivos?. A través de procesos conversacionales que provocan nuevas ideas, nuevos comportamientos y nuevas acciones en el ejecutivo que recibe coaching (el coachee).


A diferencia del ejercicio de un liderazgo en el que el líder indica a los miembros de su equipo que es lo que tienen que hacer, el coach hace preguntas que ayudan al coachee a encontrarle real sentido a la acción, buscando los medios más efectivos para alcanzar sus objetivos.


Quienes trabajamos en educación ejecutiva sabemos que los adultos aprenden mejor cuando se los involucra dentro del problema, en lugar de decirles cual es la respuesta o solución al problema. Las metodologías activas de enseñanza y aprendizaje dan testimonio de ello.


Dentro de un contexto organizacional, coaching tiene como objetivo conseguir que el coachee se comprometa con el problema desde una nueva perspectiva e identificar los nuevos comportamientos que mejores resultados garantizaran.


Algunas de las capacidades de coaching que un buen líder-coach debe tener son las siguientes:


1) Hacer preguntas que van más allá de la resolución de problemas: Un líder –coach brinda al coachee la oportunidad para explorar más allá de la siguiente acción o solución al problema. Provoca  preguntas para que el coachee puede explorar sus preocupaciones subyacentes, puntos ciegos, perspectivas limitadas, y las oportunidades no examinadas con el propósito de permitirle generar nuevas acciones y soluciones
2) Escucha cuidadosa del coachee. Muchas veces las organizaciones tienden a generar que sus  ejecutivos pierdan la pasión y el compromiso. El coaching brinda al coachee la oportunidad de reconectarse con los objetivos de la organización regenerando pasión y compromiso.

3) Romper los patrones de conversación en los que el coachee está atrapado. Con frecuencia todos caemos en patrones conversacionales en los que nos enredamos, perdiendo energía y envueltos en la insatisfacción. Quedamos como ciegos ante la realidad, sin poder ver la salida a nuestros problemas. . El coaching permite volver a ver a ver la realidad con nuevos ojos.

4) Reconocer y cambiar el paisaje emocional del coachee. Frecuentemente nuestras emociones no son resultado de hechos en sí, sino de nuestra interpretación de tales hechos. Las preguntas del coach pueden contribuir a reinterpretar los hechos y cambiar el paisaje emocional, aliviándonos de emociones negativas que nos dañan

  
En un mundo cada vez más cada vez más complejo y competitivo, las organizaciones pugnan por desarrollar ventajas competitivas. Aquellas organizaciones que logren que sus ejecutivos alcancen el máximo potencial tendrán una ventaja decisiva frente a quienes se queden a medio camino. El desarrollo personal y profesional de los miembros de la organización debe verse como un objetivo estratégico central. El coaching se orienta a este objetivo, al igual que el desarrollo de líderes internos con capacidad de coaching al servicio de su equipo.

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