martes, 26 de enero de 2016

Coaching al Líder Tóxico


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Cuando pensamos en liderazgo normalmente nos referimos a líderes que afirman la dignidad, el valor y la eficacia de los miembros de su equipo.  Estos líderes contribuyen a su desarrollo profesional y personal a través de experiencias laborales significativas. Sin duda estos líderes contribuyen a lograr organizaciones auténticamente saludables, donde se nutre y desarrollar el bienestar físico, social y espiritual de sus miembros.
No obstante, en contraposición a este liderazgo “saludable”, existen lo que se denominan conductas tóxicas, que llevadas a cabo por los líderes  permiten hablar de un "liderazgo tóxico". Básicamente, se trata de modos de gestión que amenazan el bienestar de los individuos y las organizaciones. Este tipo de liderazgo no sólo se da en las empresas, sino que se extiende al ámbito de las organizaciones públicas afectando, como bien sabemos, el desempeño de una sociedad y el país.
De allí la importancia de comprender la naturaleza, la dinámica y evolución de liderazgo tóxico. La palabra "tóxico" viene de las lenguas germánicas, donde "Toxikon" significa "flecha venenosa". En un sentido literal, el término en su forma original se refiere a matar (veneno) de manera específica (flecha). Por lo tanto, podemos decir que los líderes y organizaciones tóxicas son aquellos que deliberadamente destruyen el tejido de la institución.
El liderazgo tóxico representa el lado "oscuro" de liderazgo. Afecta a individuos como a organizaciones. En el caso de los individuos el liderazgo tóxico se refiere a las acciones en curso, deliberadas, intencionales - la "flecha" - por un líder de socavar el sentido de la dignidad, la autoestima y la eficacia de un individuo - el "veneno". Esto resulta en experiencias de trabajo abusivas, destructivas y degradantes. Estas acciones destructivas pueden dirigirse al plano físico, psicosocial o incluso espiritual, cuando disminuyen significado y el propósito de una persona.
Por su parte, una organización tóxica es aquella que erosiona, desactiva y destruye lo fisiológico, psicológico y espiritual de las personas que trabajan en ella de manera permanente y deliberadas.
Existe una relación entre la toxicidad de los líderes y de la organización. Cuanto más alto se encuentren los líderes tóxicos dentro la jerarquía organizacional, mayor será el grado de contaminación de la misma.
Vale aclarar que la toxicidad del líder no supone su obvia incompetencia. Por el contrario, el hecho de que gente tóxica escale la pirámide organizacional supone que cuentan con otras competencias técnicas y profesionales valoradas positivamente y que justifican este progreso. En estos casos , el líder aparece como exitoso y muy competente.
No obstante, esta mirada limitada solo se sostiene en lo superficial y en el corto plazo. En el largo plazo los resultados son negativos puesto que que se daña a los individuos y se destruyen equipos. En muchos casos, emigran los mejores empleados al no soportar la situación y encontrar oportunidades en mejores organizaciones. Entonces desde una visión más integral, los líderes tóxicos finalmente son incompetentes.

Las manifestaciones típicas de una organización tóxico resultante de liderazgo tóxico son:
  •  Estados de ánimo negativos emocionales y cambios de humor: la ira, la desesperación, desánimo, frustración, pesimismo y la agresión
  • Trabajo improductivo y sin sentido
  • Conducta destructiva y contraproducente
  • Empleado desconexión física y emocional y la retirada tales como el ausentismo, la falta de compromiso, y la rotación
  • Falta de ética, la conducta desviada: el robo, el fraude y el sabotaje
  • Pobre el bienestar y la salud
  • Organizacional sin identificación y con bajo compromiso organizacional
  • Insatisfacción vida general
El coaching a los líderes organizaciones, muchas veces pasa por ayudarlos a crecer en consciencia de que los problemas que enfrentan obedecen a las actitudes tóxicas que desarrollan. Sólo a partir de un mayor nivel de consciencia los líderes pueden encarar acciones tendientes a reconvertirse como líderes saludables y lograr mejores resultados personales y organizacionales.

viernes, 22 de enero de 2016

Aprendiendo del Liderazgo Femenino

El mundo de la empresa, tradicionalmente ha estado gobernado por líderes másculinos y éstos se han tomado como el patrón de referencia.

Desde esta perspectiva de género, a la hora de considerar el liderazgo femenino, los lideres consideran sus características como “desviaciones respecto de la norma”.


De más está decir que muchas lideres femeninas se encuentran colonizadas por este modo de valorizar sus capacidades y asumen que su éxito como líderes consiste en desprenderse de sus características de género para asumir las del liderazgo masculino.
 
La visión de los líderes impide valorar las características propias del liderazgo femenino, verificando su efectividad y eventualmente considerar la incorporación de determinadas prácticas femeninas que muestran su superioridad para tratar determinadas situaciones. 


La propuesta es simple: revalorizar las características propias del liderazgo femenino es clave para mejorar el liderazgo masculino. Algunos de los puntos de mejora podrían sintetizarse en las siguientes ideas:


Converse más (comuniquese mejor): uno de los grandes problemas de la conducción de equipos parte de las debilidades comunicacionales de los líderes, quienes tienen la tendencia a manejarse con órdenes o directivas, con explicaciones breves y directas que asumen como claras, entendibles y listas para ser cumplidas. Las jefas, por su parte, tienden a proponer una comunicación más efectiva, que no repara en la “economía de la información” sino que reconoce las ventajas de una comunicación formal e informal, abriendo permanentemente múltiples canales de comunicación y, consecuentemente, de participación. Mientras los líderes sienten que se trata de sobre-comunicación que lleva a una pérdida de tiempo, las líderes establecen circuitos de comunicación más efectivos para generar un clima de trabajo más productivo.


Aprenda a escuchar (sea empático): las jefas tienden a mantener permanentemente activos múltiples canales de comunicación dentro de la organización. Esto supone, la capacidad de solicitar información, procesarla, discutirla y buscar soluciones que incorporen las ideas ajenas. El simple mecanismo de una escucha activa, no solo permite un mejor entendimiento de la realidad y las necesidades de la organización, sino que genera en los interlocutores un sentimiento de valoración que aumenta el compromiso y el sentido de pertenencia.


Trate a los colaboradores con delicadeza (respete al otro): mientras los líderes consideran que los resultados se alcanzan a partir de un comportamiento más agresivo y competitivo, las líderes tienden a tener un comportamiento más empático y compasivo y por esa vía alcanzar resultados superiores.


Muestre su humanidad (sea mejor persona): mientras los líderes han sido programados para dejar sus sentimientos y emociones en la puerta de la empresa a riesgo de mostrarse como débiles o incapaces, las líderes tienden a responder a otro patrón. Y como dentro de la organización se trata con personas, negar las emociones puede causar daños en la confianza de los colaboradores y consecuentemente con el alineamiento con su líder. La inteligencia emocional es una cualidad que las mujeres mejor ejercen como líderes, y ha demostrado ser un secreto para el éxito. La incapacidad para saber leer e influir sobre las emociones de sus colaboradores supone una severa limitación en la capacidad de liderazgo.


En síntesis, bien harán los líderes masculinos cuando revaloricen aquellas características superadoras del liderazgo femenino y se esfuercen en incorporarlas a sus propias capacidades. Lo que hasta hoy era considerado un “desvío” debe ser percibido con una riqueza a incorporar para un mejor liderazgo.

lunes, 4 de enero de 2016

Coacheando al Lider Narcisista

Uno de los grandes desafíos del coaching lo presentan los líderes narcisistas.  Por tales, nos referimos a aquellos líderes que están principalmente interesados ​​en sí mismos, a expensas de todos los demás.  

Se trata de personas arrogantes, dominantes y egoístas, que carecen de empatía o compasión por los demás; y sienten compulsión por conquistar el poder y la admiración.


Los líderes narcisistas son generalmente exitosos en términos de las posiciones alcanzadas. Frecuentemente se los ve en los niveles superiores de las organizaciones. 

Diferentes estudios psicológicos sugieren que  los narcisistas tienen más probabilidades de convertirse en líderes que otros perfiles psicológicos. Pero también indican que una vez en el poder, no ejercen el liderazgo mejor que el resto. Por eso, no es sorprendente que los narcisistas se convierten en líderes, puesto que les gusta el poder y que suelen ser encantadores y extrovertidos. El problema es que no necesariamente son los mejores líderes.


Parte del problema, es que los líderes narcisistas terminan armando estructuras con personalidades codependientes, quienes alimentan y dan sustentabilidad a su narcisismo (Alan Downs, autor Beyong the Looking Glass: Overcoming the Seductive Culture of Corporate Narcissism, 1997).


Los narcisistas dicen profesar lealtad a la empresa, pero en verdad están comprometidos principalmente con sus propias agendas. Por ello, las decisiones corporativas tienden a basarse en los propios intereses del líder mas que en los de la organización en su conjunto. 

Planteado el problema, la pregunta es ¿Cómo hacer coaching al líder narcisista?. Asumiendo, el genuino interes por colaborar con este líder y con la organización, debemos tomar algunos recaudos a partir de conocer sus características y orientarnos para ayudarlo a superar sus características más negativas.

El principal recaudo, apunta a no abortar el proceso de coaching. Para ello, ser cuidadoso en el trato y no cuestionarlo frontalmente. La primera regla consiste en evitar cualquier cosa que pueda alterar su ego sensible. Según dicen los especialistas, su pretendida grandiosidad es un mecanismo de la infancia con el que intenta compensar un sentimiento de impotencia para complacer a sus mayores. Los narcisistas se muestran muy confiados, pero ocultan una vulnerabilidad profunda.

Las características más negativas del líder narcisista son:

1. Sentirse privilegiado: frecuentemente piensan que son  especiales, que merecen mayor atención que otros y que las reglas para medir y juzgar a los demas no rigen para ellos;
 
2. Arrogancia: Están convencidos que son mejores en todo a los demás. Esto los hace particularmente crítico de los demás y los lleva a juzgarlos. Tampoco admiten que los otros tengan opiniones diferentes a las propias. Pretenden que los demas solo avalen sus insuperables ideas.

3. Competitividad extrema: Esto incluye la necesidad de "ganar" en cada situación a veces a toda costa. Se ven a sí mismos en competencia con los demás en todo momento

4. Necesidad de ser el centro de atención: Creen que las acciones y la vida de los demás debe girar en torno a la propia

5. Evitan la responsabilidad personal: Cuando las cosas no salen bien, suelen exhibir un sentido de vergüenza que estaba reprimido, y culpa a los demás como una forma de ocultarlo

6. Reacciones extremas a la crítica: No aceptan la crítica y cuando llega aplican represalias hacia los críticos y estallidos de ira para intimidar a los demás.

7. Desvalorizan a los otros: Gracias a falta de límites y a la incapacidad de quienes se hace rodear, los narcisistas suelen ver a otras personas y las organizaciones como meras extensiones de sí mismos, y por lo tanto pueden ser insensibles, o carecer de empatía o compasión hacia los demás

8. Un desequilibrio entre la vida laboral y la personal: los líderes narcisistas suelen ser adictos al trabajo y su vida personal sufre

9. Bajo sentido de autoestima: Paradójicamente, más allá de aparentar lo contrario, padecen una baja autoestima.

Es importante que el coach del líder narcisista lo ayude a descubrir sus verdaderas motivaciones para el éxito, así como las distorsiones cognitivas de sus pensamientos. Es importante, ayudarlo a descubrir sus verdaderos dones y talentos, contribuyendo a que pueda expresar sus sentimientos y las emociones de una manera saludable, desarrollar conductas saludables que fundamenten su bienestar, practicar la auto-compasión, así como desarrollar  actividades que le aporten paz interior, estabilidad y satisfacción.

Hacer coaching a un líder narcisista, es un verdadero desafío que pone a prueba las habilidades del coach. Pero también es una experiencia será gratificante para ambos.