Diciembre es
tiempo de balance y formulación de nuevos proyectos. Esto rige para las
empresas pero también para las personas. Con el fin del ciclo anual y la perspectiva
del descanso vacacional, naturalmente se abre una ventana de tiempo para para
repasar los logros del año y preguntarnos acerca de nuevas propuestas y
proyectos para el año venidero.
La
formulación de nuevos desafíos es importante porque se asocia a nuestra noción
de felicidad futura. Y todo lo que queramos lograr en los próximos años dependerá
de nuestras capacidades; las actuales, pero también las que debamos incorporar
y desarrollar para asegurar nuestros logros.
Entonces,
pensando en tu felicidad futura, vale la pregunta: ¿Cuáles son tus planes de
desarrollo personal para el año próximo?
La respuesta
a esta pregunta se orienta en dos direcciones. Una de ellas debe plantearnos
que conocimientos nos faltan para alcanzar los objetivos ambicionados. Identificados
estos, las preguntas que siguen son: ¿dónde están esos conocimientos?, ¿quiénes
los detentan? y a partir de allí formular una estrategia para incorporar y
desarrollar los mismos.
La segunda
dimensión se orienta a nuestras destrezas, habilidades y comportamientos, las
que muchas veces representan un desafío superior a la incorporación y desarrollo de
conocimientos. Muchas veces son nuestros comportamientos para enfrentar la vida
e interrelacionar con otros, los que constituyen nuestra principal limitante
para desarrollarnos y alcanzar los objetivos pretendidos.
Dado que
estas limitantes están fundadas en hábitos, muchas veces inconscientes, realizar un diagnóstico de las necesidades en términos
de los comportamientos y su correspondiente plan de superación es una tarea
mucho más difícil que formular un plan para capturar conocimientos.
En este caso,
se requiere partir en dirección a un mayor auto-conocimiento, el cual
normalmente se encuentra trabado por nuestra propia forma de interpretar los
acontecimientos cotidianos y de vernos a nosotros mismos.
Usualmente,
en las conversaciones de coaching se orientan a búsqueda de un mejor
entendimiento del porqué de nuestros comportamientos, preguntándonos que emociones
le dieron lugar, y también preguntándonos acerca de las interpretaciones de los
hechos que dispararon tales emociones.
En todo caso,
cualquiera sea el camino para lograrlo, estamos en el momento del año en el que
naturalmente nos preguntarnos qué es lo que queremos lograr en el futuro
inmediato y que necesitamos para ello en términos de desarrollo personal. Ojalá
todos podamos desarrollar procesos de búsqueda que nos permitan encontrar las
mejores respuestas, aquellas que potencien nuestro desarrollo personal (lo que
incluye y excede lo profesional) y que contribuyan a nuestra mayor felicidad.
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